Publicado: 01/07/2021 17:31h. Lecturas: 9179
José Mujica lo hizo con increíbles resultados. Esta es una historia salida de un grupo de WhatsApp, porque muchas veces así es como arrancan las historias.
El viernes pasado el oftalmólogo José María Mujica se encontraba en ruta junto a su mujer, regresando de Formosa hacia Buenos Aires. Mientras ella manejaba, a él se le ocurrió mandar una foto de una manga, con un gracioso mensaje adjunto, a un grupo de vecinos. Tres horas después la foto ya había sido compartida casi 70 veces.
La foto que este oftalmólogo, oriundo de la localidad de Colón, en la provincia de Buenos Aires, mandó es una de la puerta corrediza de una manga ploteada. ¿Con qué estaba ploteada? Con la cola de una vaca.
“La vaca para entrar a un lugar tiene dos escenarios, que esté abierto o que haya una vaca adentro. Lo que se me ocurrió fue sacar una foto, ponerla en la puerta y que la vaca piense que ahí hay otro animal”, dijo entre risas Mujica a Bichos de Campo.
Los que están en el tema saben lo difícil que puede ser conseguir que los animales se muevan por el angosto pasillo de una manga, para, por ejemplo, hacer los tactos veterinarios. Por eso una idea tan simple y efectiva como la que tuvo Mujica puede tener un impacto enorme en el bienestar animal. Pero lo maravilloso de esta historia está no sólo en la invención, sino en el hecho de que la gigantografía fue creada hace más de seis años y permaneció guardada hasta el viernes pasado.
“La gente que trabaja en el campo y el veterinario no me creían y yo tampoco lo creía. El banner (por la gigantografía) estuvo guardado varios años, hasta ahora que lo pusieron en medio de la pandemia. Cuando llegué al campo vi que funcionaba y allí empezó el chiste”, recordó Mujica.
El campo de este doctor está ubicado en la Colonia El Pavao, Formosa, y cuenta con 1300 hectáreas de monte y alrededor de 300 animales, aunque no son todos propios. Su relación con la ganadería se remonta a sus abuelos vascos, tanto del lado de su madre como de su padre, quienes se dedicaban a la lechería.
Hoy se sorprende al recibir el llamado de esta periodista que encontró dicha foto entre un mar de mensajes de WhatsApp. “Es muy graciosa la repercusión. Primero se genera una sonrisa y luego el ‘¡ah, esto puede funcionar!’”, señaló.
-¿Considera que esta es una buena alternativa para aplicar dentro de las Buenas Prácticas Ganaderas?
-Sin dudas va por ese lado de las Buenas Prácticas y de tocar y estresar menos al animal. Cuando vos dejas a la última vaca, entra porque ve otra. Si vos dejas siempre el banner, la vaca siempre entra. El efecto visual es el mismo. Alguien ya lo nombró “el engaña vaca”.